Colombia es un país increíble por donde lo miremos.
Su biodiversidad, condiciones geográficas y climáticas dan espacio a fenómenos únicos. Aquí te contamos algunos datos que quizá no conocias de este increible país.
ES EL PAÍS MÁS LLUVIOSO DEL MUNDO
Colombia registra precipitaciones promedio de 3.240 milímetros de lluvia al año, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
EL PAÍS CON LA MAYOR DIVERSIDAD DE AVES
En Colombia se han registrado alrededor de 1.937 especies de aves, lo que lo hace el país con mayor diversidad de aves del mundo. Según el Instituto Humboldt, se han registrado hasta 1.546 especies de aves observadas en 24 horas.
LA PALMA MÁS ALTA DEL MUNDO ES COLOMBIANA
La palma de cera del Quindío, o Ceroxylon quindiuense, alcanza hasta 60 metros de altura. Debido a esto, es considerada la especie de palma más alta de las 2.600 especies que hay en el mundo, de este total, solo 19 especies superan los 35 metros, y dos de estas se encuentran en Colombia.
EL TEJO ES UN DEPORTE AUTÓCTONO COLOMBIANO
El tejo o turmequé es el único deporte autóctono colombiano, reconocido como deporte nacional por la Ley 613 de septiembre del 2000. Empezó a practicarse desde hace más de 500 años por los muiscas, quienes habitaban en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, y se le conocía inicialmente como Turmequé, haciendo referencia al municipio homónimo boyacense donde se practicaba inicialmente.
EN COLOMBIA SE HABLAN 70 LENGUAS
Según la Organización Nacional de Indígenas de Colombia, ONIC, en el país se hablan 70 lenguas. El castellano, la lengua de señas colombiana, 65 son lenguas indígenas, y dos criollas: el palenquero de San Basilio y el Creole. Sin embargo, el 40% de la riqueza lingüística está en peligro de extinción debido a la disminución de los hablantes de cada comunidad.
LA RANA MÁS VENENOSA DEL MUNDO
La Phyllobates terriblis es la rana más tóxica del mundo. Esta rana dorada se encuentra en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. También es conocida como rana de dardo, ya que los indígenas del Pacífico usaban su toxina en la punta de los dardos usados para la cacería.