La gastronomía costarricense es un fiel reflejo de su cultura: sencilla, sabrosa y profundamente conectada con la tierra. En Chatt Latino, te invitamos a conocer los sabores que definen a este país centroamericano lleno de tradiciones culinarias que enamoran.
El gallo pinto: el desayuno nacional No se puede hablar de la cocina tica sin mencionar el gallo pinto, una mezcla de arroz y frijoles negros (o rojos, dependiendo de la región), acompañada de natilla, plátano maduro frito, huevos y, en muchos casos, una buena porción de tortilla. Es el desayuno tradicional y energético de los costarricenses.

2. Casado: el almuerzo completo El “casado” es el almuerzo por excelencia. Se sirve con arroz, frijoles, carne (res, pollo, cerdo o pescado), ensalada, plátano maduro y a veces picadillo o pasta. Su nombre viene del hecho de que era el plato que los hombres casados recibían de sus esposas, completo y balanceado.

Sopa de mariscos y olla de carne Para los amantes de los caldos, Costa Rica ofrece delicias como la sopa de mariscos, cargada de sabor tropical, y la olla de carne, un guiso tradicional con carne de res y vegetales como yuca, plátano verde, papa y chayote. Son platos ideales para compartir en familia.
Tamales ticos Los tamales son protagonistas de las celebraciones navideñas y otras festividades. Se elaboran con masa de maíz rellena de carne, arroz, vegetales y especias, todo envuelto en hojas de plátano y cocido al vapor. Su preparación es una tradición que une a la familia.

Ceviche costarricense El ceviche tico suele prepararse con corvina o tilapia, curtida en jugo de lima, con cebolla, cilantro y a veces chile dulce. Se sirve frío y es ideal para los días calurosos en la playa o como entrada refrescante.
Bebidas ticas El café costarricense es mundialmente famoso, pero también destacan bebidas como el fresco de cas (una fruta tropical), el refresco de tamarindo, o el agua dulce, hecha con tapa de dulce derretida en agua caliente. Refrescantes, energéticas y llenas de sabor.
La cocina costarricense es una celebración de lo auténtico y lo natural. Cada plato cuenta una historia de familia, comunidad y respeto por los ingredientes locales. Comer en Costa Rica es, sin duda, una forma deliciosa de vivir la “Pura Vida”.